
miércoles, 28 de febrero de 2007
Sinécdoque y consenso

martes, 27 de febrero de 2007
Retórica de la discapacidad

Será por ello que en la escuela de Diseño Gráfico recibimos un día una convocatoria de la ONU donde se decía "Por años hemos realizado concursos de cartel para el tema de la discapacidad. Muchos de esos carteles han sido plásticamente bien realizados, han ganado en bienales, han sido publicados en antologías, pero ninguno ha logrado cambiar la percepción del problema en el sentido en que lo desean las organizaciones que trabajan el tema" Y es que el problema es el argumento, las premisas que sirven de punto de partida. Han sido entonces investigaciones hechas desde la retórica de la comunicación las que a partir de los años noventa comenzaron a reposicionar el tema, abriendo el paso a una tópica que, por principio, comienza por hacer visible lo que por tanto tiempo se había borrado: las otras dimensiones de las personas diferentes. Hoy día, donde esos estudios se han realizado, como EU, Canadá, Alemania, España, podemos ver carteles como éste, donde se aprecia una clara reorientación argumentativa:

Será posible que en el futuro el tema de la comunicación de la discapacidad se constituya como un campo académico relevante, especialmente en los países latinoamericanos, donde el discurso y por tanto la acción acerca de las personas especiales se encuentra sumamente resagado. En ello la retórica ocupará sin duda un lugar preponderante, dada la importancia social fundamental de este y de otros temas.
lunes, 26 de febrero de 2007
Retórica y poesía
Viento, agua, piedra
oooooooooa a Roger Caillois
o
El agua horada la piedra,
el viento dispersa el agua,
la piedra detiene al viento.
Agua, viento, piedra.
o
El viento esculpe la piedra,
la piedra es copa del agua,
el agua escapa y es viento.
Piedra, viento, agua.
o
El viento en sus giros canta,
el agua al andar murmura,
la piedra inmóvil se calla.
Viento, agua, piedra.
o
Uno es otro y es ninguno:
entre sus nombres vacíos
pasan y se desvanecenagua, piedra, viento.
ooooooooooOctavio Paz
oo
Pero Paz no está sólo hablando de la naturaleza. Su hallazgo formal y temático parte de una lectura filosófica del debate político y cultural, en los que él ve una circularidad de los opuestos y una imposibilidad de cambio, o una inutilidad de la dialéctica y por tanto una imposibilidad de la transformación. Tal argumento está presente no sólo en este texto sino que este tópico de la circularidad aparece en varios de sus poemas así como subyace también en la lógica de la mayoría de sus ensayos (como El laberinto de la soledad o Las trampas de la fe, texto éste último que aprovechaba la figura de Sor Juana para, de paso, decir casi explícitamente que México necesistaba al PRI irremediablemente). El poema "Viento, agua piedra" recuerda por ello la crítica que Jorge Aguilar Mora hiciera en 1978 respecto a circularidad filosófica que persiste en El Laberinto de la Soledad, donde, en palabras de Mora, “el pensamiento de Paz renuncia a la posibilidad de secuencia, suspendiéndose en el paradigma del presente eterno” (Aguilar Mora, Jorge. La divina pareja: Historia y mito en Octavio Paz. México: El Colegio de México, 1978, p. 17). Los signos de inmovilidad y de desactivación de la diferencia están presentes por ello en las propias palabras de Paz sobre su poética, como se ve por ejemplo en la reflexión que el autor hace sobre el valor de metáfora y la analogía en Los hijos del limo, donde ve a éstas como un “juego” que no incide en la identidad y la comprensión, haciendo que tales figuras se reduzcan pues a un mero artificio formal con las que ‘aprendemos’ a aceptar las diferencias y la hetorogeneidad (haciendo tolerable su existencia) pero donde la identidad no se afecta (sic). He aquí las palabras de Paz:
[...] es la metáfora en la que la alteridad se sueña unidad y la diferencia se proyecta ilusoriamente como identidad. Por la analogía el paisaje confuso de la pluralidad y la heterogeneidad se ordena y se vuelve inteligible; la analogía es la operación por medio de la que, gracias al juego de las semejanzas, aceptamos las diferencias. La analogía no suprime las diferencias: hace tolerable su existencia [...] La analogía dice que cada cosa es la metáfora de otra cosa, pero en la esfera de la identidad no hay metáforas: las diferencias se anulan en la unidad y la alteridad desaparece. (Los hijos del limo, Seix Barral, Barcelona 1974)
o
Es por ello que la crítica hacia Paz se volvió tan célebre como el propio poeta, y como señala Leonel Delgado Aburto, otro crítico nicaragüense, Paz es un ejemplo de la postura inmovilista que caracteriza a la mayoría de los intelectuales latinoamericanos. La problemática retórica de las imágenes poéticas abarca pues estos aspectos. Las metáforas no son sólo dispositivos formales para la estética formal sino que sus direcciones simbólicas acompañan intenciones de lectura, intenciones que no son sólo poéticas. La selección de las metáforas y sus cualidades son pues determinantes, son una agencia humana que lleva una intención y que implica un control de sus direcciones y sus consecuencias. Las diferencias y la heterogeneidad afectan la identidad. Por ejemplo, es cierto y es revelador observar que en efecto ‘la piedra es copa del agua’, pero por alguna razón no se muestran otras posibilidades, como que ‘el agua limpia la piedra o que la piedra aprisiona al agua’, lo cual también sería verosímil pero daría lugar a otras diferencias y heterogeneidades, que Paz trata aquí de anular. Darse cuenta de ello es primordial en el análisis retórico, pues la retórica es la disciplina que versa sobre la toma de decisiones y sus consecuencias para la polis.
domingo, 25 de febrero de 2007
Terry Eagleton y la estética

Si la pregunta es por qué la estética -una disciplina a todas luces menor, tanto por el carácter suntuario de sus objetos como por el modo inferior de su conocimiento, incapaz de las certezas metódicamente contrastables de la ciencia teórica o de la universalidad de la razón práctica- se ha convertido en una especie de indiscutible "reina" (algo deshonrada, eso sí, por su confusión con la peluquería y la cosmética) con respecto al resto de las materias filosóficas que antaño la tuvieron por esclava y auxiliar y que hoy yacen en el arroyo del desprestigio, el olvido o el arcaísmo cultivado únicamente por eruditos cada vez más desmundanizados, rancios y atávicos (como la metafísica, la lógica, la epistemología o la ética); si la pregunta es por qué ella, entre todas sus antiguas dueñas o competidoras, conserva intacta en exclusiva su vigencia social, su presencia constante en la discusión pública, su capacidad de captar para sus investigaciones fondos estatales y privados cuantitativamente significativos, su posición de privilegio en los debates de actualidad y la fidelidad de una audiencia que una y otra vez la demanda y reclama como necesaria y aún imprescindible; si la pregunta es, sobre todo, por qué todas las cuestiones que hace sólo veinte años nos parecían inexcusablemente políticas, implicadas en decisiones colectivas que atravesaban las luchas sociales y los conflictos locales y mundiales, por qué todas las cuestiones en las que sentíamos vibrar con su grave latido el pulso de la historia y el peso de la economía política se han ido desplazando paulatinamente desde el terreno del entendimiento hacia el de la sensibilidad, desde el terreno de la discusión hacia el del gusto inapelable y sordo, entonces, la respuesta de Terry Eagleton es que la estética se ha convertido en la ideología de una época que presume de no tener ninguna, en el sustituto de la política para unas sociedades desencantadas de la política y que aspiran a poder pasar sin ella, en "el último bastión" en el que se refugia la ilusión de una dominación que, siendo más completa y asfixiante que nunca, tiene la misma necesidad que siempre de ocultarse a sí misma y a los demás su carácter de dominación" (José Luis Pardo, "El poder de la belleza", El País, Madrid, 07/10/2006)
Las pautas retóricas de una sociedad sofisticada
Surge de ahí la sociedad sofisticada, es decir la que da aplicaciones prácticas al saber. La sofisticación, producto también de la democracia ateniense, es un concepto que proviene de los sofistas, y uno de sus productos fundamentales es la Retórica, el arte de la invención y la persuasión. El principio de este sistema de pensamiento consiste en advertir que los hombres no son seres racionales, sino que a menudo también son presas de sus emociones y sus deseos, que la contradicción los habita y que por definición el hombre es ese agente en constante deliberación consigo mismo y con los demás que no siempre es consistente, pues una cosa es lo que dice, otra lo que piensa y otra lo que hace. De ahí la necesidad imperante de erguir una propedéutica para la deliberación y la acción.
La sociedad tecnológica es uno de los productos contemporáneos de las tesis de los antiguos. La tecnología es la conquista del saber aplicado a la práctica, es el conocimiento de las técnicas con que se organiza lo real (el logos de la techné). Gorgias, Protágoras, Isócrates, Córax, Tisias, fudadores del modelo de la retórica postularon así los principios que rigen a la sociedad sofisticada: el principio de ambiguedad (pues en el mundo artifical las cosas no son como son por necesidad sino por convención, y si vemos la sociedad sofisticada observamos que las cosas no son nunca lo que parecen, sino son sólo lo que parecen) el principio de estructura (pues toda acción o toda institución establecen un esquema para funcionar, producto de las convenciones: por tanto pueden cambiar) el principio de control (ya que la polis se conduce de acuerdo a las estructuras existentes, que por definición no son necesarias sino posibles). Son retóricos entonces el organigrama de una institución, un programa de estudios, la estructura de una novela, la disposicion arquitectónica de un edificio, etcétera, y todos ellos proceden de lugares de pensamiento que una vez realizados conducen la acción.
Cinco máximas se desprenden de este pensamiento, y que refutan las máximas de la Filosofía. Pues ahí donde la Filosofía postula que las palabras son reales, que las imágenes son apariencias (y véase el constante ataque que se hace a las imágenes desde Platón hasta Giovanni Sartori), que la información es un bien ético, que el cambio es controlable y que la verdad es alcanzable, la Retórica plantea que las palabras son herramientas (y siempre metafóricas), que las imágenes son reales (pues en cuanto aparecen son ya un dato fenoménico de la realidad, y sólo se piensa en lo que aparece), que la información es poder, el cambio es invevitable y la verdad es relativa.
Tales son pues las pautas de nuestra sociedad sofisticada. Para una mayor comprensión de este tema véase el libro del que ha partido esta reflexión: Mark Backman, Sophistication. Rhetoric and the rise of self counsciousness, Ox Bow Press, Connecticut, 1991
sábado, 24 de febrero de 2007
El esquema pentiádico de Kenneth Burke
Logos, Ethos, Pathos: el rol de la Metáfora.

Esta es una buena base para comprender porqué las metáforas son un excelente artificio para la persuasión, ya que ver una cosa en términos de otra hace posible no sólo asegurar las proposiciones, sino establecer comparaciones táctitas que expanden nuestro juicio y nos producen el placer de la plasticidad que pueden tener los contenidos.
El anuncio adjunto es un buen ejemplo: percibimos una máquina desbloqueando una carretera como una analogía de lo que el cereal All Bran hace con nuestro cuerpo: es decir se muestra el valor de la fibra (All Bran tiene alto contenido en fibra) ya que ésta ayuda a desbloquear el aparato digestivo, favoreciendo nuestra salud. La metáfora del anuncio ha resuelto bien la lógica argumentativa de las premisas (logos) pero la comparación también intenta hacernos sentir la eficiciencia (pathos: el cereal es tan efectivo como una máquina) y por otra parte tenemos a la marca Kellogg's, que parece ser un soporte confiable (ethos) ya que es una marca reconocida en la producción de cereales.
Podemos ver entonces el funcionamiento de las nociones aristotélicas en la práctica del diseño gráfico, aunque el modelo funcione también en el lenguaje escrito, el periodismo, el discurso político o académico, etc. Sirva pues un ejemplo para mostrar los conceptos.
Mapas argumentativos
Una exclamación como "Tienes una infección y por tanto debes tomar penicilina" es un argumento que parte de una base ("tienes una infección") y postula una conclusión ("debes tomar penicilina"), pero su credibidad depende de un garantía (la penicilina cura infecciones, por ejemplo) que a su vez se basa en un respaldo (pruebas de laboratorio, experiencia médica, etc.) condición que hace posible el uso del calificador ("por lo tanto") . Y el argumento puede tener tambien una refutacion ("a menos que seas alérgico", podría ser una).
Todos los argumentos parten de un esquema lógico de este tipo, donde la capacidad persuasiva depende de las premisas en que se funda y de su capacidad de vincularse a las creencias previas del público. Por ello una misma conclusión puede ser defendida o refutada desde diversos puntos de partida. El diagrama de Toulmin puede ayudarnos a esquematizar esta actividad en el momento de organizar la comunicación.
Por ejemplo yo puedo exhortar a alguien a adquirir un libro con distintos argumentos como:
"Este libro es barato, adquiérelo" (basado en una premisa cuantitativa)
"Este libro está muy bien escrito, adquiérelo" (basado en una premisa cualitativa)
"Este libro no volverás a verlo, adquiérelo" (basado en una premisa que remite al valor de lo único)
"Si no compras el libro te reprueban" (basado en una premisa que remite al criterio del mal menor)
Ud. puede hacer el esquema de Toulmin para explicitar en qué grantías y respaldos se basan esas frases, y calcular también las posibles refutaciones. Al hacer estos cálculos mentalmente, usted está aprendiendo a argumentar retóricamente.
Para información más detallada véase Toulmin, Stephen, An introduction to reasoning, Mc. Millan Publishing, Co. New York, 1978.
viernes, 23 de febrero de 2007
Cómo persuade un argumento?

El ejemplo ha sido recuperado de mi libro, El diseño gráfico en el espacio social, Designio, México, 2005.
Retórica en una señal
Ejemplo recuperado del libro de Ellen Lupton, Design Writing Research, Phaidon, NY, 1996.