lunes, 19 de marzo de 2007

La Retórica y la educación en las artes liberales

Hace unos días, por vía del mail internacional, varios académicos recibimos un libro editado por la UNESCO donde se plantea la profunda crisis que vive la educación mundial en los últimos años. A pesar de los esfuerzos por desarrollar a la educación como un medio estratégico para resolver los problemas de los diferentes países del orbe, la burocracia, la simulación y varias formas de corrupción dentro y fuera de los centros de estudio se han apoderado de la hoy devaluada “vida académica”. El libro se llama Corrupt schools, corrupt universities: what can be done? y los autores son Jacques Hallak y Muriel Poisson. La edición es del International Institute for educational planning,. París, Unesco, 2007. En sus páginas se plantea claramente que “La educación es un recurso en peligro. Planeadores y estudiantes que participan en el desarrollo educativo nos han hablado de ello desde hace tiempo. La calidad es a menudo baja, la eficiencia fracasa, la relevancia es cuestionable y el despilfarro bastante significativo, mientras que los objetivos y logros son muy poco claros”. Al parecer, la debilidad organizativa, e incluso la corrupción abierta, abarca fenómenos como la poca transparencia en la toma de decisiones, e incide en prácticas como la aprobación de programas, las asignaciones presupuestales, los convenios tácitos entre directores de tesis y los estudiantes, las políticas editoriales, las formas de escritura por conveniencia, las evaluaciones y acreditaciones de los centros de estudios, la designación de los puestos de mando, etcétera.
Si a ello se suma la crisis de los paradigmas teóricos, y la propia crisis económica y ambiental que abarca al mundo, no parecerá extraño que la pauperización de las prácticas educativas sea hoy una fisura abierta a los ojos de todos. Y es este escenario lo que plantea la necesidad de reactivar el viejo modelo de la enseñanza a través de las llamadas artes liberales.
La educación a través de las artes liberales, incluida por supuesto la Retórica, supone la formación de un individuo capaz de mirar los problemas no en su dimensión aislada sino en conjunción con el todo. Las artes liberales refieren a los estudios que se realizan en colegios y universidades y donde se intenta dar un conocimiento general y desarrollar las capacidades intelectuales de los estudiantes, de modo que éstos pueden desarrollarse con facilidad en todo tipo de trabajos en vez de estar preparados sólo para una actividad particular. Es por ello que quienes se forman en este modelo resultan ser altamente productivos en todo tipo de instituciones, empresas, o como auto-gestores de su propio desarrollo. La formación liberal desarrolla la capacidad de escuchar, de aprender que existen otros mundos, otras culturas, otras opiniones; así mismo faculta para leer adecuadamente, para dominar la herramienta de la escritura y la deliberación oral. Desarrolla la capacidad crítica y el pensamiento inventivo, así como la habilidad para el razonamiento lógico-matemático y la capacidad argumentativa, así mismo faculta al estudiante como un buen buscador de información y como un agente capaz de resolver problemas en equipo. Esta formación es necesaria ante una sociedad donde los problemas son rápidamente cambiantes y donde se requiere una constante capacidad de mover los distintos lugares de pensamiento desde los que se aprenden las situaciones naturales y humanas. Las artes liberales convierten a las teorías en herramientas prácticas para la acción, y dan ocasión de explicar el amplio rango de los fenómenos en toda su complejidad.
El termino liberal hace alusión a “el hombre libre, que piensa por sí mismo”, y las artes liberales son lo opuesto a las llamadas artes serviles, aquéllas que sólo exigen la memorización o la imitación. En la historia de la educación, las artes liberales estaban constituidas por el trivium y el quadrivium: el trivium comprende la Gramática, la Dialéctica (la Lógica) y la Retórica, y el quadrivium comprende la aritmética, la música, la geometría y la astronomía. Estas artes daban cuerpo a la estructura curricular de las universidades medievales y renacentistas, pero su estructura provenía de la Paideia griega y romana, donde tales artes fueron instituidas.
La formación del hombre a través de las artes liberales implica una clara inserción de los conocimientos dentro de las Humanidades, es decir, las disciplinas que nos enseñan a comprender los conocimientos dentro de la esfera de las situaciones humanas, es decir dentro de la polis y la vida democrática, lo que incluye a la ciencia, la literatura, las ciencias sociales, las ciencias políticas. Por ello pueden dar cause a la formación de escritores, abogados, teólogos, periodistas, diseñadores, biólogos, geólogos, músicos, químicos, ingenieros, pedagogos, etcétera. No debemos confundir la “formación humanística” con la benevolencia humanitaria. Lo humanístico implica comprender al hombre en sus dimensiones contradictorias e indeterminadas, hallando los argumentos que son posibles dentro de cada caso para lograr una solución plausible, no definitiva, sino legítima políticamente. Este es, a fin de cuentas, el punto de partida de la Retórica como una disciplina de la deliberación humana para situaciones cambiantes.
Es quizá posible que la crisis educativa señalada por Hallak y Poisson nos lleven en un corto tiempo a volver a mirar a las artes liberales como un sustento para enfrentar el gigantesco desastre natural y cultural en que nuestra civilización “especializada”y “tecnologizada” nos ha colocado.

Las site artes liberales. Herrad von Landsberg, Hortus Delicarium, año 1180

1 comentario:

tanya dijo...

hola soy estidiante de la Universidad Pedagogica Nacional en Mexico, me gusta q me pudieras recomendar algunos libros, revistas, articulos q me ayuden a fundamentar una bibloteca apartir de la retotica gracias, es interesante tu pagina mi correo tanys_1211@hotmail.com espero respuesta